Si el amor es
ciego, entonces esa es la razón y el motive por la cual la otra parte del amor,
la que nos hace sentirlo no puede ver todo lo que produce. -Tonterías de la
vida – pensó- tomo un block de notas y escribió una nota que decía:
“si vieras
que te llevas lo mejor de mí. Mi inspiración, mi buen estado de ánimo para
dejarlo sobre de él o muy debajo del, mis mejores horas, mis sueños, mis
mejores momentos, mis mejores ilusiones, todo aquello que nos hacia felices”
Mordió la tapa del birome y lo dejo a un lado de lo
escrito. Recordó algo en ese memento que quizá no lo necesitaba, pero esas
cosas así pasan. Era algo que Dickens dijo en sus mejores resoluciones, tenía
las características de un sueno, pero tenía la certeza de que lo había sentido cuando
recordó lo que ya sabía.
“Una mente
en blanco, necesita una mente colorida... un niño lo único que necesita es de
un maestro que le ensene bien, pero las mujeres aprenden mucho más rápido, y
tienen tanta astucia para el bien como para el mal” y recordaba tan bien al
quijote como si le hubiera dicho eso textualmente.
“cuando
estas lejos, tu frialdad es tanta que congelas todo... vivimos nuestro presente
de esta manera porque llegamos a estar tan cerca que coincidimos que así estábamos
mejor, juntos, los dos” le añadió a la nota.
Tenía los sentimientos
a flor de piel, todos aquellos que jamás
el hombre encontró en una mujer, pero no los reflejaba. Pensaba en el amor al
igual que de la necesidad que tenia de estos sentimientos que tenían sus
pensamientos. Eran varias las razones que lo mantenían en ese hueco que parece
sin salida. El tiempo y el espacio jugaban juntos a hacer guiones en su cabeza.
El presente había desequilibrado su estar, porque no estaba tan bien. Pudo encorar
personas que compartían sus ideas, dudo encontrar el amor. Porque dedujo que si
ya lo había conocido, le había dejado espiritualmente ciego.
...p@k()
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