Páginas

martes, 18 de enero de 2011

Y luego, que hago?


Puedes probarme de mil manera,
puedes amarme.
Quieras o no quieras;
desconfía de mi,
no soy mas que un extraño.
La ultima vez que te vi,
ni te dije adiós con la mano.

Puedes probar mi fialdad,
mas solo la encontraras:
firme como la de un perro.
Pero no se, cuando cuenta te darás,
de que en realidad te extraño
y de lo mucho que te quiero.

Decimos cosas,
Muchas sin sentido.
Y se por cuales me reprochas,
pero esto es algo tonto;
Perdón.
Ignoradlas y dejadlas en el olvido.

Las palabras se las lleva el viento,
y las pierde en el horizonte.
Si pudieras perdonarme en este momento,
pensarías en mi nombre
y te darías cuenta de lo que siento.

Perdón, por que?
Por tomar la iniciativa?
Ni no hay por que!
No me quedaba otra salida,
y escribiéndote,
me ayuda a asimilar tu partida.

Pero hablame o escribeme,
aun que sea una vez,
no me tortures así,
que esta maldita incertidumbre
me consume lentamente
y no me deja sacarte de mi mente.

No se lo que pasa por tu vida hoy,
quizá, otra vez, no fue el momento adecuado,
pero quiero que sepas que aquí estoy,
y aquí siempre he estado.
Quizá no fue la manera adecuada,
pero tenia que intentar,
pero fue tu dulce mirada,
la que me pudo inspirar.
                             ...p@k()

No hay comentarios:

Publicar un comentario